jueves, 30 de diciembre de 2021

Libros favoritos 2021

  1. "Cuadernos de todo" - Carmen Martín Gaite  
  2. "Muestras privadas de afecto"- Guillermo Alonso
  3. "La tienda de la felicidad" - Rodrigo Muñoz Avia
  4. "Realismo capitalista: ¿No hay alternativa?" - Mark Fisher
  5. "Madrid 1983" - Arturo Lezcano
  6. "El cuarto de atrás" - Carmen Martín Gaite 
  7. "La España de las piscinas" - Jorge Dioni López
  8. "España" - Santiago Alba Rico 
  9. "Hermana (Placer)" - María Folguera
  10. "Tiempo de cerezas" - Montserrat Roig

Descubrimientos 2021

  1. Barra Libre
  2. Rafael Sánchez Ferlosio 
  3. Vainica Doble 
  4. Anillos de oro 
  5. La Raya Portuguesa
  6. Niños Gratis 
  7. Santiago Alba Rico 
  8. Helado de Jara 
  9. Geralds Bar
  10. El Comunista

1. Barra Libre de Hoy Empieza Todo 
Barra Libre es una sección que lleva Aloma Rodríguez en el programa de Hoy Empieza Todo en Radio 3. Lo descubrí buscando algún podcast sobre la Gaite en ivoox y me gustó tanto lo que escuché  del resumen de la vida de Carmiña que ahora esta sección es algo así como mi nuevo personal shopper de libros . La sintonía del programa me chifla. Me encantaría tener esa voz tan grave tan Scarlett de Aloma.  

2. Rafael Sánchez Ferlosio 
Si me ha dado tan fuerte por Carmen Martín Gaite supongo que bucear en el que fue su marido era inevitable. Pero podía haber salido regular y no ha sido el caso. Sus ensayos son ese tipo de lecturas que perdonas la paja infinita porque en algún momento sabes que te va a regalar verdaderas pepitas de oro y esa travesía en el desierto merece la pena. Son sus pecios particulares y su descubrimiento constantes de las paradojas de la vida moderna .Además, después de leer Alfanuhí puedes entender en parte porqué la Gaite se casó con este hombre tan insólito y especial. 

3. Vainica Doble 
La canción de "Déjame vivir con alegría" puede resumir muchas lecturas ferlosianas, o al menos esa conexión he creado yo en mi cabeza. Este grupo ha compuesto bastantes golosinas  como la sintonía de  Celia o "Con las manos en la masa" que no paramos de caturrear por casa. Es una cosita muy especial que me da mucho gusto haber encontrado este año 

4. Anillos de oro 
Ahora tenemos tantas plataformas donde ver series o películas y es paradójico que siempre se hablen de las mismas en redes sociales. Anillos de oro me sonaba porque Rosa Belmonte la mencionaba a veces al hilo de otra serie de abogados "The Split"  y también tuvo mucho que ver que nos la recomendó Victoria. Me encanta su intro, ( al igual que The Split)  por eso nunca dejo que me la quiten . No sólo por la música, que es preciosa,  sino por la composición de imágenes que forman una suerte de collage de escenas tan común y tan cercano que te atrapa. Los capítulos me parecen tan fieles a la vida cotidiana , sin pretensiones ni alharacas, y con un humor tan natural y tan fino. Ana Diosdado, su creadora,  es una genia, y tan poco conocida que no me lo explico. 




5. La Raya Portuguesa
Se ha convertido en un espacio mental y un mapa de recorrido largo e intrincado de la mano de un guía excepcional, ¡¡el manco del diario HOY!!  Con su nuevo libro hemos encontrado pozas, bares y pueblos que de otra manera nunca hubiésemos explorado.  Este hombre se conoce al dedillo esta zona fronteriza que aún no está de moda. Pues fenomenal. Yo hace tiempo que disfruto más del baño en un río que en el mar y más si es en rincones un poco escondidos. 

6. Niños Gratis 
Quien me trajo aquí, si no recuerdo mal, fue Isa Calderón. Recomendaba este podcast. Lo puse por probar cuando hablaban de Carson McCullers . Eran tres horas de charla sobre esta autora y no se me hizo pesado. Al revés. Y una cosa me llevó a otra, de Carson a Marilyn Monroe, a los locos de los sureños, a Tenesse Williams, a la guerra de la Independencia, a los pioneros de EEUU, los indios, Marta y su apellido con guión ( Marta Fernández-Muro), el uso y abuso de sumial en la presentación de su libro "Cabeza a pájaros", a Guillermo Alonso, etc. etc. Es un podcast un poco mesa camilla , de esas charlas que te atrapan y no sales de ahí de lo a gusto que estás. Más que en brazos, vaya. Puede sonar aburrido pero es de todo menos eso. Por cierto, que Niños Gratis lo descubrí como podcast pero es que resulta que ¡¡son una editorial!!

7. Santiago Alba Rico 
Quien me trajo aquí fue Susana a través de este artículo "En defensa de la nostalgia" . Este año se ha polemizado mucho, muchísimo, quizás en exceso por la nostalgia de una forma un poco maniquea. La culpa es de Ana Iris Simón y su libro "Feria". Con este texto, sobre el dichoso tema, Santi me dejó fascinada. Después le he seguido  por ahí en otros artículos, audios, y cosas varias. Su último libro "España" ha sido todo un hallazgo a pesar de tener ese título tan poco atractivo. Tira de muchos hilos y sabe tejer con sentido y finura temas aparentemente opuestos.

8. Helado de Jara 
Con este descubrimiento sí que me volví loca. El olor a jara desde que lo disfruté por primera vez me ha dado muchos momentos de felicidad, desde aquella primera parada en carretera para que Paco me enseñase lo que era porque era incapaz de explicar a qué se parecía, hasta ese regalo en formato vaporizador con dedicatoria. Pues resulta que en Alburquerque en la heladería "Heladino"  que justo es de un familiar de Mariano, vendían este sabor tan extremeño y ¡tan tan taaan bueno!

9. Geralds Bar 
Comimos de cine, nos invitaron al mejor Limoncello que he probado en mi vida,  una placa de Rafael Berrio presidía nuestra mesa, nunca unas vainas me han sorprendido tanto, nos deleitamos con el pan, la comida, la bebida y salimos colmados a un paisaje lluvioso y con esa sonrisa tonta de purita felicidad. Estábamos en el Jazzaldia.


10. El Comunista
Cuando me preguntan "¿cómo descubriste este sitio?" la verdad es que fue por un libro; "Vatio" de Alfonso J.Ussia. Cuenta la historia de los últimos años de Antonio Vega y cómo el protagonista ,que es Alfonso, siendo un chaval que tanto admiraba a Antonio aceptó trabajar con él de chofer  para acompañarle a comprar droga en las  barraquillas. Una locura de libro. Gracias a él descubrí este restaurante de Chueca donde  años atrás lo frecuentaba también  Paco Umbral para comer sus famosas albóndigas.  Es comida casera, decoración de tasca castiza, sin moderneces, como encapsulado en el tiempo pero sin ser del todo consciente de ello. Cuando digo esto sólo hay que ir de visita al baño para entenderlo. 


Bebidas en el Geralds

Rutas por la raya

Un viaje por la Raya

Anillos de oro 

Sanchez Ferlosio en su caftán

En la raya portuguesa

Santi y Sergio hablando de España

Después de comer en el Geralds Bar

Jara 

La placa de Rafael Berrio en el Geralds

En el Comunista

Mis canciones favoritas de 2021

Me gusta mantener mi propia lista íntima de canciones. Al margen del wrapped de Spotify. Que también lo disfruto eh. Pero estas canciones, sin necesidad de ser las más escuchadas o compartidas, son especiales por razones que al algoritmo se le escapa. Pensar que aún puedo saltarme las coordenadas de la vida moderna, descarrilar o creer que descarrilo de la actualidad imperante, me gusta. Me hago listas para sentirme especial ja ja ja y porque me encantan. Qué mas dará el porqué.

Mis favoritas en este 2021 🍒

 

jueves, 4 de marzo de 2021

Algunos pecios ferlosianos

 *

Vendrán más años malos
y nos harán más ciegos; 
vendrán más años ciegos
y nos harán más malos.

Vendrán más años tristes
y nos harán más fríos
y nos harán más secos
y nos harán más torvos. 

*

Lo más sospechoso de las soluciones es que se las encuentra siempre que se quiere.

*

No hay nada que pueda impresionarme tan desfavorablemente como el que alguien trate de impresionarme favorablemente. 

*

¡Como os habéis equivocado siempre!
Era al afán, al trabajo, al quebranto, a la fatiga; no al sosiego, ni la holgazana, ni al goce, ni la hartura, a quienes teníais que haberles preguntado : "Para qué servís?"

*

... los hombres  son , con todo,  siempre mejores que sus convicciones...

*

Como todas las muletillas verbales, "un merecido descanso" y "una sana alegría" son expresiones ideológicamente marcadas. La anteposición estereotípica de "merecido" y "sana" parece indicar que el ocio ("descanso") y el goce ("alegría") son, en sí mismos, tal como se crían en el campo, plantas bravías, malas y dañinas, y que hay que someterlos, respectivamente, al tratamiento del merecimiento y la salud. La represión ha proscrito el descanso y la alegría como cosas malas, caídas en pecado,  que tienen que pedir perdón y hacer penitencia.  El descanso tiene que presentar tarjeta perforada que demuestre que "ha fichado" en el reloj de control de su centro de trabajo, o, más propiamente "centro de cansancio". A su vez, la alegría tiene que presentar el certificado médico que acredite de ella "haber dado negativo" tras haber sido sometida a las correspondientes pruebas antidroga, controles antialcohólicos y profiláxis antivenéreas, o , más precisamente, "anticoncuspicientes", oficialmente exigidas. 

*

(Never more) Decir que el tiempo todo lo cura, vale tanto como decir que todo lo traiciona. ¿Sabré sobrevivir sin traicionar? (11-IV-85).

*

Leído en la prensa el 27 de agosto de 1983, a raíz de las grandes inundaciones del País Vasco: "Pese a los requerimientos de las autoridades y el vecindario, un matrimonio de ancianos se negó, en Andoaín, a abandonar su viejo caserío, una construcción de piedra, confiados en la solidez del edificio, mientras los servicios médicos atendían a personas en quienes la histeria y el pánico habían hecho presa". Es cierto que otras veces las viejas gentes se pierden por su testarudez y su cerrada desconfianza hacia los adelantos, pero su ventaja sobre las nuevas gentes es que habiendo carecido de tutelas exteriores han llegado a hacerse adultos, mientras las nuevas, habiéndolas tenido, jamás llegan a serlo. Las viejas gentes fundan en sí mismas, sin delegarla en nadie, su propia protección, bien aplomadas sobre su mismo suelo, como los fuertes muros de la casa que confían sus vidas. 

*

(Variaciones sobre un tema de Concepción Arenal)
Odia la Humanidad y compadece a los hombres. 
Odia España y compadece a los españoles. 
O, en fin, ¿para qué andar con disimulos?, digámoslo claramente : Odia el deporte y compadece las neuronas. 

*

Ser indulgente con los malos es algo que el corazón aprende fácilmente desde niño; es saber ser igualmente indulgente con la insoportable, y aun a menudo cruel, arrogancia y petulancia de los virtuosos lo que el corazón suele aprender sólo tarde y con esfuerzo, y en ocasiones nunca. 

*

... el animal que lame las heridas de otro  no está haciendo justicia ni ejercicio una virtud, porque ni salda una deuda ni se acredita un mérito. Lo que la siempre frustrada y siempre reincidente compasión humana añora es el limpio calor de la animalidad. 


*

Tener ideología no es tener ideas. Éstas  no son como las cerezas,  sino que vienen sueltas, hasta el punto de que una misma persona puede juntar  varias que se hallan en conflicto  unas con otras. Las ideologías son, en cambio, como paquetes de ideas preestablecidos , conjuntos de tics fisionómicamente coherentes, como rasgos clasificatorios que se copertenecen en una taxonomía o tipología personal  socialmente congelada. Sólo hay unos cuantos tipos de persona, y cada cual desea ser reconocido  por aquellos a quienes pertenece. Ésta es la única función de las ideologías; y las ideas, encerradas en paquetes tales, se ven supeditadas a ese único y tristísimo papel. 


miércoles, 3 de marzo de 2021

Poesía a rachas

 LO JURO POR MIS MUERTOS

En eso no te voy a defraudar, 
en aquel afán tuyo tan ardiente y tirano
de que viviera yo contra viento y marea, 
("por favor, tú tranquila,
no te enfades, no cojas miedo a nada"),
de que saliera al mundo a recorrerlo, 
a perderme por él,
a recoger la luz de otras miradas, 
la miel de otras colmenas, 
el hilo de otros cuentos. 

Tú no me dejas ser mujer de Lot,
tú, que me has mantenido
en examen perpetuo de reválida,
tú me mandas vivir, voz de sal y limón,
acogerme impasible al instante presente.

Peleas todavía para que no confunda mi camino
con los atolladeros que me hacen regresar
a la cueva mefítica y sombría
de donde no se sale.
Me dices: "hay camino, sal, no le cojas miedo";
me obligas a mirarlo blanquear
y a fijarme en la gente atribulada
que circula por él, en todos los que lloran.

Recojo las señales de tu lejano Morse,
tranquila, duerme en paz.
En eso–te lo juro por mis muertos–,
en eso no te voy a defraudar.


MI RACIÓN DE ALEGRÍA

Defiendo la alegría, 
la precaria, amenazada, 
difícil alegría, 
el raso, limpia, en cueros,
mi ración de alegría.
No me arrastréis al pozo
de las verdes culebras.
No os arrojo a la cara mi alegría,
os la tiendo tan sólo
como una débil luz, como una mano.
No es ningún baluarte
ni ningún ofensivo privilegio,
es mi único utensilio cotidiano,
mi tela de labor.
No tengo otra bandera
y ostenta unos colores ya un poco desteñidos;
mirad que la levanto a duras penas,
contra viento y marea,
sin sombra alguna de provocación.
Es parcela pequeña, minifundio,
terreno sin cercados ni aparceros
que aro, riego y abono por mí misma, 
con fe, de sol a sol.
Tomad el pobre o rico,
el cuestionable fruto
que desde ella os ofrezco,
pues sólo desde aquí
os consigo mirar, ayudar, entender,
poner tal vez en claro alguna cosa.
No me la reprochéis ni adobéis de negrura
como un reducto inmundo, segregado;
ved que no la defienden ni pinchos ni alambradas
y que podéis pasar aquí conmigo al sol.
No me arrastréis al pozo
de las verdes culebras. 


MADRID LA NUIT

Echa hilo a la cometa de la noche, 
que aún queda algo de viento. 
Amenazado vives, al raso, crepitando,
como una hoguera al cierzo
gastando tus cartuchos con saña y desafío,
pólvora en salvas, llama del momento.
Por el Madrid de Dato y La Caramba, 
del Motín de Esquilache y de Fernando Séptimo,
por el Madrid del Goya de los fusilamientos,
de Larra, Espoz y Mina y Aldecoa,
Madrid hortera y siniestro,
vas dando tumbos, recordando historias, 
por calles que eran gente de apellido compuesto,
aguantando la noche con quien caiga,
con amigos topados a voleo, 
a los que dices "pero no te vayas", 
"quédate otro ratito por lo menos", 
y "aquí una copa para la señora",
y un camarero y otro camarero,
en locales que cierran aún más tarde, 
que quedan aún más lejos,
zigzag de rutas donde vas gastando
suela de tus zapatos, palmadas a serenos,
saliva con que hacer rodar mentiras,
gestos que se dirán verdaderos,
mil pesetas ganadas a los chinos,
alaridos a un taxi, giros del minutero,
cerillas, labia, risa,
y el don tan frágil de no haber muerto. 
...Ya surge el rostro gris del día siguiente
–muro lívido y terco–.
Tienes frío, estás solo, y hay que esconder el miedo. 
Echa hilo a la cometa de la noche,
que aún queda algo de viento. 


FARMACIA DE GUARDIA

No es Valium ni Orfidal, 
no me ha entendido. 
Se trata de la fe. Sí: de la fe.
Comprendo que es muy tarde
y no son horas
de andar telefoneando a una farmacia
con tales quintaesencias.
Lo que yo necesito
para entrar confiada en el vientre del sueño
es algún específico protector de la fe.
¿Que le ponga algún ejemplo concreto?
Pues no sé... Necesito
creerme que este saco
cerrado por la boca
y en cuya superficie
se aprecia la joroba
de envoltorios estáticos
puede volver a abrirse alguna vez,
a provocar deseos y sorpresas
bajo la luz del sol y la luna, 
bajo el fervor clemente
de los dioses del mar.
¡Oh, volver a sentir lo que era eso!
Y ni siquiera necesito tanto
–ya es menos lo que pido–;
simplemente creerme que un día lo sentí
intempestivamente
cuando más descuidada andaba de esperarlo, 
y supe con certeza
que sí, que se podía, 
que un corazón doméstico
cuando al fina se desboca
es porque está latiendo sin saberlo
desde otro muy cercano.

Ya. Que no tiene nada.
Pues perdone. 
Comprendo que es muy tarde
para hacerle perder a usted el tiempo
con tales quintaesencias.
Ya me lo figuraba.
Buenas noches. 




sábado, 27 de febrero de 2021

Escuchar un disco en el cine




Ayer viernes se estrenó el nuevo disco de C.Tangana "El Madrileño". Lo escuché varias veces en casa mientras hacía otras cosas, lo escuchaba mientras escribía por el móvil, fregaba, me duchaba o navegaba haciendo scroll por aquí o por allá. Si algo me llamaba la atención volvía a poner la canción pero mi atención es dispersa, diletante y se me escapa por cualquier chorrada. 

Ayer en Cineteca proyectaban una película de Rafael Berrio. Fuimos a verla sin saber qué íbamos a ver. Ultimamente eso nos funciona. No éramos muchos, pero tampoco pocos. Entre ellos estaba Jonás Trueba , quien presentó la película o "ese ovni raro" dijo. Ibamos a escuchar un disco de Rafael Berrio de principio a fin, en una sala de cine, sin más distracción que el propio Berrio con cara de Buster Keaton en pantalla escuchando su propio disco a todo volumen. 

Pues me encantó la experiencia. Tiempo atrás, en épocas de discman, me ponía los discos antes de dormir en la cama para no hacer otra cosa que escucharlos. Ahora, la única opción de escucha plena de los discos es en el coche, mientras conduzco. Bueno, pues Rafael Berrio, en lo que puede considerarse una ocurrencia inicial, creo que ha abierto otra nueva vía, y ha tenido un buena idea ; escucharlos en cine. Como un acto litúrgico, de esos que tanto escasean  y que cada vez valoro más. (¿Se presentarán discos así en un futuro?)

El disco fue una sorpresa. Me gustaron bastantes canciones; "Considerando", "Sísifo Releva a Sísifo" "Las tornas cambian". Sabiendo que murió en marzo de 2020, impresionaba verlo mirándote a los ojos y cantar eso de "el arte es largo, la vida es corta"

lunes, 15 de febrero de 2021

Majestuosa, siniestra y decidida

Y los siempre cambiantes clubes de jazz de la calle 52, con los inmensos rostros, instrumentos y nombres que ocupaban sus carteles. Afuera hiciera frío o calor, mordisqueando un puro , hombres bajitos que anunciaban el nombre de los artistas con un : Tres únicas noches o Última función en Nueva York. 

Ahí estaban, a media tarde, en el bordillo de la acera al salir del taxi o bebiendo en el bar White Rose, Ellos, los grandes artistas, con su rostro cansado y enigmático, su tos, sus labios cortados y sus ojos amarillentos;  y la ropa, recién planchada y reluciente, más tiesa que la fibra ósea e la pluma de un pájaro. 

Y ahí solía estar ella "diosa rara", Billie Holliday. 
Gente auténtica: nada que ver con tu padre o tu madre, nada que ver con tus amigos de toda la vida que ahora viven solos en la casa que fue de sus padres, con la plata y los retratos, un par de lámparas nuevas y el techo reparad: con la vida finalmente resuelta, preparándose para morir.

Hacia 1943. De noche, a la fría luz de la luna de invierno, se desarrollaba un espectáculo urbano bastante benigno. Los adolescentes dormían y la amenaza no flotaba más que por el paisaje; una amenaza estética. Nieve fangosa y sucia en las alcantarillas, un chanclo negro perdido, un par de bragas blancas, quien sabe si arrojadas desde un coche. Acompañando la música, como uña y carne, un libertinaje letal. Y, siempre, la luminosa autodestrucción de Billie Holliday. 

Cuando la vi por primera vez era gorda, grande, maravillosamente hermosa, gorda. Durante aquel instante nunca volvió, casi llegó a parecer una matrona, alguien auténtico y sensato que ingresa dinero en el banco, firmaba papeles, tenía cortinas a juego, los vestidos colgados y pares de zapatos –dorados y plateados, blancos y negros– siempre listos. Qué aparición más traicionera, aquella, aquella locura, porque nunca hubo mujer menos madre y menos esposa, menos apegada a nada; costaba imaginar, incluso, que pudiera ser una hija.  Ya quedaba poco que recordara la lastimosa dulzura de una jovencita.  No. Era rutilante, lúgubre y solitaria, aunque , por supuesto, nunca estaba sola; nunca. Majestuosa, siniestra y decidida. 

Noches insomnes . Elizabeth Hardwick  

jueves, 4 de febrero de 2021

Sueños

 


¿Y que pasa entonces con ese curioso sentimiento que casi todo el mundo ha experimentado en algún momento, esa repentina fugaz y perturbadora convicción de que algo que está ocurriendo en este momento ha ocurrido antes?

¿Qué pasa en esas ocasiones en las que , habiendo recibido una carta inesperada de un amigo que sólo escribe de tarde en tarde, uno recuerda que ha soñado con él la noche anterior?

¿Qué pasa con esos sueños que, después de haber quedado por completo en el olvido, se recuerdan a lo largo el día y de repente, sin que media ninguna razón aparente?¿Qué asociación los trae a la conciencia?

 ¿Qué pasa con esos sueños raros de los que uno se despierta por un ruido u otro acontecimiento sensorial, y en los que dicho sonido aparece como final del incidente sueño? ¿Por qué ocurre que este incidente de cierre está siempre precedido de una manera lógica por la primera parte del sueño?

¿Qué pasa, por ultimo, con todos los casos recogidos y clasificados por la Sociedad para la Investigación Psíquica, donde el sueño de la muerte de un amigo ha precedido una notificación, al día siguiente, que confirmaba el hecho? 
¿Es posible que estos fenómenos no fueran anormales sino normales? ¿Qué esos sueños– los sueños en general, todos los sueños, los del todo el mundo– estuvieran compuestas de imágenes de la experiencia pasada e imágenes de la experiencia futura mezcladas en proporciones iguales?


Todo esto se lo pregunta el excéntrico filósofo J.W. Dunne en su libro "Un experimento con el tiempo". Una teoría publicada allá por 1927, muy leída entonces y ahora olvidada y con la que más tarde Nabokov hizo su propio experimento.
Ojalá pudiese acordarme más de lo que sueño. ¿Será cuestión de entrenamiento?


domingo, 31 de enero de 2021

Amor a primera vista


He conocido al hombre  más fuerte del mundo, un antiguo estudiante de Cambridge, un poeta brillante  cuyo trabajo adoraba antes de conocerlo, un Adán alto,  corpulento y sano, medio francés, medio irlandés ( con bastantes tierras agrícolas en Yorkshire, también) , con una voz  como el trueno de Dios, un cantante cuentacuentos, un león y un trotamundos, un vagabundo que jamás se detendrá

miércoles, 27 de enero de 2021

Hablar rápido


Si lo pensamos un poco seguro que todos tenemos algún allegado en nuestra vida, que cuando habla tiende a hacerlo a un ritmo frenético. Abre la boca y el compás es trepidante, atropellado, desbocado, los temas de conversación fluyen y desfilan a la velocidad de la Cabalgata de Valquirias. Es un espectáculo extremo que a veces puede llegar a provocar agujetas.

Leo en un artículo sobre consejos para el cuerpo, mente y bienestar que estos personajes responden a personalidades volcánicas, de verborrea sin limite y con un patrón común; no saben escuchar. Yo no diría tanto. Eso de personalidad volcánica, pase. Lo de que hablar rápido viene con el pack de no saber escuchar , ¡ni hablar!

Marc Giró en una entrevista se presentaba a sí mismo diciendo que él habla rápido, porque hablar rápido es de pobres. ¿Por qué? Él lo argumentaba así: “los ricos, los hombres, el poder, tenéis vuestro espacio garantizado , estáis acostumbrados a que todo el mundo os va a escuchar. En cambio las que somos pobres, las mujeres , los maricones, los desgraciadito de este mundo, tenemos que ir rápido a decir las cosas porque a lo mejor no hay espacio , lo tenemos que hacer con rapidez, y hay que hablar como una metralleta porque sino, no lo colocas”.

Así me siento yo cuando hablo en espacios que no son íntimos. Como si ese tiempo no fuera mío sino algo prestado. Y para estar a la altura del préstamo de tiempo y atención intento ser rápida, ir al grano, condensar lo que quiero decir y soltarlo sin demasiadas pausas o circunloquios enrevesados. Prolongarme lo vería como un abuso, un exceso que no merezco. A más inseguridad, mayor velocidad. Eso creo.

Casualidades de la vida, en mi pequeña encuesta social dentro de mi circulo de allegados, la mayoría de personas que se reconocen en ese hablar rápido son mujeres. ¿Por qué será?

jueves, 21 de enero de 2021

El Purgatorio



Llevamos ya un tiempo esperando esperando no se sabe ya ni qué. "Siempre que te pregunto, que cuando , cómo y dónde , tu siempre me respondes, quizás , quizás , quizás. Y así pasan los días, y yo desesperado, y tú, tu contestando , quizás , quizás quizás" Parece que la bola del futuro nos responde  por boleros de Machín o simplemente con este ERROR 404. 

Me siento como si estuviésemos en el Purgatorio. No como lugar físico, sino como estado mental. Ni peor ni mejor, ni aquí ni allá. Bueno, claramente peor. Desarraigados de un pasado ya lejano y un futuro que no termina de llegar porque es que ¡no se ve!, ¡no se ve joder!,  culpa del vaho de la mascarilla.

Por suerte no toda espera es percibida como un purgatorio. La de Pablo, ese bultito que se ve en la barriga de Amaya, es un motivo de fiesta y alegría. ¡Qué ganas de conocerle! Porque...¡Esta década va a ser la mejor! ¡Quizás , quizás , quizás!

Mejor de golpe












Lo próximo será una plaga de langostas. Y lo peor de todo es que ya ni nos sorprenderá. Después de acostumbrarnos a tantas malas noticias y seguir desesperados por la falta de horizonte, la llegada de Filomena supuso para los madrileños un recreo fugaz lleno de alegría y diversión. Yo que estaba en Bilbao envidiaba esas estampas tan bellas, tan propicias al juego infantil y la alegría. Hasta mi pobre barrio Puente Vallecas, tan poco fotogénico, lucía soberbio y elegante gracias a la nieve.

Pero el recreo terminó. El maquillaje de nieve, tan favorecedor, se corrió al final de la fiesta. Esa nieve hoy ya no es virgen, ni pura, ni blanca. Está pisoteada, bien sucia, es incómoda, incluso peligrosa. Y es que una semana después de la gran nevada, del colapso inicial, los problemas persisten y encima tenemos que aguantar que se presuma de buena gestión por parte del Ayuntamiento cuando sólo una cuarta parte de las calles de la ciudad son transitables, los supermercados tienen problemas de abastecimiento, las basuras llenan las calles con algunas ratas emergiendo en la nieve y los colegios aún siguen cerrados.

Si esta pandemia no era ya desesperante, Filomena llegó para ponernos un poco más al limite. Son tantas las familias haciendo equilibrios para sostener la vida estos días. Tantos los que terminan adaptándose, a su pesar, ante tanta adversidad. Que yo no paro de cantar un estribillo de Sílvia Pérez Cruz como una suerte de conjuro o voluntad de suerte. Dice así: Las penas que me maltratan / Son tantas, que se atropellan / Y como de matarme tratan / Se agolpan unas a otras / Y por eso no me matan.

- Papa, ¿tu crees que habrá una inundación? ¿Por las alcantarillas? –pregunta un niño a su padre en el autobús.
- Espero que no hijo. Que bastantes problemas tenemos ya. Se nos agolpan.

¡Menos mal que no se ponen en fila! 




(Este texto escrito el lunes 18 de enero, nada más llegar a Madrid desde Bilbao, confirma mi teoría de que es mejor recibir las penas de golpe. Resulta que ayer explosionó un edificio en pleno centro de Madrid, en el barrio de la Latina. Junto al edificio había una residencia de ancianos y un colegio, y los casquetes de la explosión  cayeron de pleno en el patio. Pues gracias a la nevada de Filomena, gracias a esa nieve , no había niños en el patio ¡milagro!. Podría ser peor, siempre podría ser peor. Pero esta vez un problema, la nieve, nos salvó de otro mucho mayor. )