lunes, 17 de julio de 2017

Inmovilidad frenética

Así, mientras en la modernidad clásica la aceleración conservaba todavía cierto potencial liberador, y los cambios eran dirigidos en un sentido de progreso que posibilitaba narraciones de crecimiento, en la modernidad tardía la dinámica aceleradora se torna esclavizadora: sus movimientos no toman ya un rumbo más o menos fijo orientado a futuribles pensados como deseables, sino que se experimentan como cambios aleatorios, deshilvanados, frenéticos, a saber, como un auténtico going nowhere fast. 


Leyendo "Cronometrados" de Simon Garfield he descubierto un montón de curiosidades sobre el tiempo, desde el porqué de la duración de los cds (74 min.), el origen del concepto de melancolía entonces vista como una terrible enfermedad, el inicio de nuestra obsesión por el tiempo a raíz de los trenes y el nacimiento con ellos de una nueva conciencia de él en nuestras vidas, que los Inuit no conocen el tiempo como concepto en su idioma, confirmar con varios ejemplos que la  vida es corta pero arte duradero y sobretodo la importancia del sentido en todo lo que hacemos. La necesidad de una  narrativa para entender y entendernos. Contar historias.

Esa falta de sentido en TODO, ese frenesí sin dirección, sin horizonte nos lleva a la Inmovilidad frenética; así lo denomina el sociólogo Hartmut Rosa. "Cuanto más tiempo vivimos, menos tiempo tenemos". Por suerte no siempre es así. Yo cada vez encuentro más sentidos antes escondidos . Y tiempo.

Doesn't have a point of view,
Knows not where he's going to,
Isn't he a bit like you and me?



viernes, 7 de julio de 2017

Déjese querer por una loca 2


"Se presentó como un poco loca, y quizá lo estuviese, pero a mí los locos me parecen una compañía estupenda, siempre que su locura sea social y no homicida." 


Esto lo escribía Sergio del Molino en el artículo que ya compartí aquí intuyendo que esa loca bien podría ser yo misma . Y así ha sido. 

Fue ayer. Cuando en Madrid no llovía sino que diluviaba (muchos son los que dicen que Madrid no sabe llover). Serían las 10:15 y yo sin paraguas caminaba dirección al metro ya que me esperaba en Mendez Álvaro mi flamante carruaje con mi chofer de Bla Bla Car para llevarme de vuelta a Bilbao. Dos días antes había cruzado la península en diagonal para ver a mi querido Paco, Pacorro o Párroco. Cumplía 25 años. Le regalé un bonsai del que no me separé en los más de 728 kilómetros que atravesamos juntos Y ya en Madrid centro peninsular, en el viaje de vuelta, la ciudad también ejercía en mí de epicentro de mi futuro laboral, vital, amoroso y qué se yo qué más. En esas estaba yo, en un momento clave, con el ánimo regular y el cuerpo dejándose llevar península arriba y abajo . Me sentía poseída por la canción de Cecilia "Andar"  Quiero ser peregrino de los caminos de España na na naaa 

En estos viajes en bus y Bla Bla Car llevé como lectura un único libro; "Fuera de lugar" de Amador Fernando-Savater. El culpable de "Ética para Amador" y un desconocido para mi hasta que un día me sentí fuera de lugar en mi trabajo cuando empezaron a hablar de este chico como posible mentor de Fuencarral Experimenta. Tiene gracia que el libro se titule como la situación que me hizo llegar a él e investigarlo. 

Me estoy enrollando demasiado. Y todo para decir que al verle en la calle con su paraguas plegable de colores le paré sin pensármelo 2 veces. Yo que soy un poco loca pero muy muy pero muy cortada con las personas que admiro. Supongo que tengo miedo a caerles mal. Pero este caso fue una excepción y algo instintivo. Resultó un tipo simpático con el que cruce varias impresiones y tuve la suerte de llevarme el libro dedicado con algunas gotas de esa furiosa lluvia madrileña. Espero que sirvan para limpiar y depurar un poco la ciudad, las ideas y mi vida.  Ojalá que como dice en la dedicatoria, logre entender algo de todo este lío...



Por cierto. También es bastante curioso que ambos, Sergio del Molino y Amador Savater ¡se parezcan tanto fisicamente!