domingo, 22 de diciembre de 2013

viernes, 20 de diciembre de 2013

Pag-492

Aparecen y reaparecen constantemente esas mujeres madres, amigas, compañeras de trinchera,  que empiezan ejerciendo sobre mi la fascinación de la esfinge, como querían los egipcioos, y lentamente se van quedando en esfinges sin secretos,  como quería Wilde. Ya no son las grandes damas del cine,  perdidas siempre en nebulosas inalcanzables - perturbadoras, pues- sino esas mujeres, que situadas a ras del suelo, sin plumas, visones ni lacmé, imparten lecciones de supervivencia cotidiana en un mundo hostil y a menudo mediocre.
Y siempre estaba Ana María, hermana y privilegio a la vez, [...]

lunes, 16 de diciembre de 2013

pag.182

En este invierno de las remembranzas, Néstor y Alexander,  se convierten en víctimas de mi inextinguible voluntad de reciclar a todo ser humano colocándolo a la altura del mito. ¿O se trata de una disminución?  ¿Llegué a conocer verdaderamente a esos seres tan mitificados? Es dudoso siquiera que me molestase en comprenderlos,  y este pensamiento me remuerde la conciencia ahora, cuando hace tanto tiempo que han desaparecido de mi vida.


viernes, 13 de diciembre de 2013

jueves, 12 de diciembre de 2013

martes, 10 de diciembre de 2013

sábado, 7 de diciembre de 2013



Supongo que en realidad con el tiempo no cambiamos mucho... la esencia se mantiene, con más o menos cicatrices, pero el mismo esqueleto y el mismo gesto. Lo bonito es compartir esas cicatrices o esas flores en el culo que nos riegan de vez en cuando.


jueves, 5 de diciembre de 2013

Made in Bilbao

Tiene ganas de estar sola, de caminar sola. Siente una especie de dolor en el pecho, intenso pero placentero. Es como si hubiera una herida, pero una herida leve, una marca en la piel que quieres acariciar, reconocer, disfrutarla por todo lo que significa para ti. Ahora que aún está, porque es posible que , pronto, desaparezca.

Cosas que hacer antes de los 30 (1)

Pasar un verano en Ischia

lunes, 2 de diciembre de 2013

domingo, 1 de diciembre de 2013

No me mueve el sentimentalismo, sino el convencimiento de que tan solo la vieja alquimia de practicidad y belleza puede salvar el espíritu de las ciudades, para que no nos veamos convertidos en replicantes que habitamos un universo de franquicias.

Non piangere, coglione, ridi e vai



viernes, 29 de noviembre de 2013

sábado, 23 de noviembre de 2013

Contigo no, bicho

«La ley es tela de araña / no la teme el hombre rico / nunca la tema el que mande /pues la rompe el bicho grande / y solo enreda a los chicos».

Uno de los versos más populares en Martín Fierro (lo pronuncia el «moreno», discriminado por su color) define con precisión la sensación colectiva cada vez más afianzada entre los españoles de que la ley no es igual para todos. Una telaraña que atrapa al bicho pequeño pero casi nunca al grande dibuja un escenario de impunidad que mina la moral colectiva.

La impunidad es dejar sin castigo a quien infringió de forma evidente las normas o las leyes. El pueblo no puede juzgar porque no está preparado, y por eso ha delegado en los tribunales esa responsabilidad, pero ¿qué ocurre en el cuerpo social cuando se instala la creencia de que hay una impunidad jurídica selectiva? ¿Qué pasa cuando todo indica que, a mayor proporción del delito, menor es su persecución e inexistente el castigo? Ha quedado acreditado que los grandes evasores fiscales han salido impunes y amnistiados de su robo multimillonario, mientras que el bicho pequeño es perseguido sin tregua por el fisco. Nadie fue responsable de la muerte de 43 personas en el metro de Valencia, ni parece que vaya a haberlo en el tren de Santiago más allá del conductor (siempre el bicho pequeño). La muerte de cinco chicas aplastadas en el Madrid Arena podría saldarse con una pequeña condena al promotor, y eso sin hablar del Prestige, del que una década después supimos que «se hundió porque quiso», como escribió con retranca cáustica Manuel Rivas. Del caso Bárcenas hace tiempo que nos advierten -no se pregunten por qué lo saben- que pronto se archivará al «no poderse demostrar nada» de la financiación ilegal.

Respeto a la legalidad

O sea, todo lo que usted y yo hemos visto y leído hasta ahora, al parecer, no prueba nada ni tiene validez jurídica. Sin embargo, impusieron dos años a la valenciana que usó una tarjeta de crédito encontrada para comprar comida; a los que propinaron un tartazo a la presidenta de Navarra les piden nueve años de cárcel, y cuatro a los profesores que reventaron con protestas un pregón en Guadalajara…

Cualquier libro de psicología social recoge las consecuencias de la falta de castigo a los peces gordos: aumenta la tentación de actuar al margen de la ley y puede llegar a provocar conductas agresivas y violentas. Si los poderes del Estado pierden el respeto a la ética y la legalidad, ¿por qué habrían de tenerlo los demás? A medio plazo, la huella que dejará la sensación de impunidad será la negación de la legitimidad del sistema. Ese es el peligro mayor, que nuestros gobernantes parecen no intuir. Y la solución no es la nueva ley que preparan de «seguridad ciudadana» para aplastar toda protesta social. En lugar de miedo al ciudadano, debieran tenerle respeto. O sea, basta de impunidad para el bicho grande.


Julia Otero

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Tropeço de ternura por ti

Could you traslate this?




I stumble of affection for you

Icíar Moix
its something like I make an error for you because you're tender?
sorry  but i'm so interested   
Renan Castro
17:11
Renan Castro
haha
ok, actually this is a prhase that can have more than one interpretation
because there is no "I" so the stumble could be a noun, istead of a verb.
sooo
i search for the sentence, and its a final part of Alexandre O'Neill's poem, called "Um adeus português"
Icíar Moix
17:15
Icíar Moix
wow 
I' knew that that phrase has got something more than words 
Renan Castro
17:15
Renan Castro
finally you can figure out your own view of this reading that in the context, here you are:


A Portuguese Goodbye
by Alexandre O’Neill*

In your highly dangerous eyes
the most rigorous love is still in vigour
the pure light of the shoulders and the shadow
of an already purified anguish
No you could not have stayed with me tied 
to the wheel in which I am rotting
in which we are rotting
tied to this paw tainted with blood this paw that falters
that almost meditates 
and moves forth bellowing through the tunnel
of an ancient pain
You could not have stayed in this chair
where I spend my bureaucratic day
in company of that day-by-day misery
that ascends to the eyes gets to the hands
to the smiles
to the wrongly spelled love
to stupidity to the mouthless despair
to fear in profile
to the sleepwalking joy to the maniac comma
of this functionary way of living
You could not have stayed with me in this house 
in mortal transit till that sordid 
canine
policing day
until that day that does not spring from the most pure
promise of dawn
but from the misery of a night engendered 
by an all-alike day 
You could not have stayed with me tied 
to this small pain that each one of us
carries gently by the hand
this small pain Portuguese style
so meek almost vegetal 
Why you do not deserve this city you do not deserve
this wheel of nausea in which we spin
till idiocy 
this small death 
and its thorough and dirty ritual
this absurd reason of our own for being
No you belong to the adventurous city
to the city where love finds its streets
and the burning graveyard 
of its death
you belong to the city where you live by a tread
of pure chance 
where you die or live not of asphyxiation
but by the hands of an adventure of a pure trade
free from the false coin of good and evil
In this curve so tender and so piercing 
which is going to be which already is your disappearing
I say goodbye
and like an adolescent
I stumble out of tenderness
for you


Alexandre O'Neill



domingo, 17 de noviembre de 2013

domingo, 10 de noviembre de 2013

El deseo trabaja  como el viento. Sin esfuerzo aparente. Si encuentras las velas extendidas nos arrastrará a velocidad de vértigo. Si las puertas y contraventanas están cerradas, golpeará durante un rato en busca de las grietas o ranuras que le permitan filtrarse. El deseo asociado a un objeto de deseo nos condena a él. Pero hay otra forma de deseo, abstracta, desconcertante, que nos envuelve como un estado de ánimo. Anuncia que estamos listos para el deseo y sólo nos queda esperar, desplegadas las velas, que sople su viento. Es el deseo de desear.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Es la película más tierna, honesta,cálida, real y cabrona que he visto nunca. 
Lo mejor que he visto en toda mi vida.

domingo, 3 de noviembre de 2013

El desarraigo


El desarraigo produce seres humanos rocosos, sufridos, individualistas por necesidad, desapegados por pura supervivencia, emigrantes perpetuos en su propio país e inventores de mil vidas dentro de una sola biografía. Es posible que ninguno de nosotros, tan apegados a lo nuestro (más de lo que estamos dispuestos a reconocer), quisiéramos cambiar nuestro destino por cualquiera de los de estos aventureros involuntarios. Pero aun así debemos reconocer que esas existencias tan agrestes, lanzadas a la intemperie casi desde el vientre de la madre, son más proclives a conformar una épica poderosa, casi de categoría homérica. Alguna ventaja había de tener el crecer lejos del abrazo materno. 

Pero... ¿se es feliz?

Sólo hay que poner el oído en las cosas correctas


viernes, 1 de noviembre de 2013

David Trueba


En las novelas me ha pasado muchas veces que lectores a los que les gustan mucho siempre encuentran alguna escena que los perturba. Y siempre les digo lo mismo, y no es por justificarme: «¿Cuántas veces en la vida una persona se perturba a sí misma, hace algo que él mismo cuestiona moralmente?». Eso me parece que es la sal de la ficción, tienes que mostrarlo. En lo que hemos fracasado es en aceptar los personajes heroicos, blancos y negros, que han venido de la tradición norteamericana, que no es la anglosajona, donde su cine y su literatura te exponen a esto constantemente. Los americanos, con esa especie de angelismo pionero han perjudicado mucho a la complejidad del ser humano. Cuando lo digo, a veces la gente se enfada porque parece una crítica a Spielberg, pero lo único que quiero decir es que abogo por la complejidad, porque cuando no defiendes la complejidad provocas una gran frustración a la gente, que dice: «¿Y yo? ¿yo no soy Harrison Ford?». ¡Claro que sí, en tu vida cotidiana eres un héroe! Cada vez que llevas a tus niños al colegio y pagas la factura de la luz inflada con la que te están estafando, eres un héroe. Porque además tú no tienes madera de héroe.
En ese sentido Saber perder, que es mi novela más experimental, la escribí para ver hasta dónde puedes doblar la madera de balsa sin que se rompa, que es esa madera que configura la lectura de los personajes por parte del lector. Hasta dónde aguanta él que tú estés diciendo: «Otra vez va a cometer otro acto impuro, innoble, y se va a esconder y va a mentir». Trato de conducir a la gente a no hacer juicios sobre las demás personas, sino a intentar entenderlas. Si no entendemos a los demás estamos fracasando en nuestra peripecia vital. La ficción es un elemento que no tiene ese valor social, pero que tiene un valor ejemplarizante, porque si soy capaz de sentarme a ver una película en la que un señor no hace el 100% de cosas que admito, sino un 75%, y lo sigo admirando, a lo mejor estoy haciendo un ejercicio de narración más interesante que si cuento que hay una madre muy buena persona que quiere alimentar a sus hijos, pero los malos le quitan siempre la comida de la boca. Bueno, pues yo no soy partícipe de esa película. Por eso me gusta que los personajes sean así, autoritarios, pero al mismo tiempo deficitarios, con carencias y lagunas emocionales. Al final los quieres porque uno es egoísta. A sí mismo y a sus familiares uno siempre los quiere con sus defectos, pero a los demás no. Ahí está la labor y la gran perversidad del ser humano. 

[...]

No sé, me da pena porque amo esta ciudad, y sé que sus ciudadanos son capaces de brillar en las condiciones más penosas. De Madrid siempre me ha gustado que no es una ciudad presumida ni cursi, la gente de aquí no dice esas tonterías de qué ciudad tan bonita ni qué orgulloso estoy de ser de aquí. Sabe que nacer en un sitio es un accidente y que sacar de ello una condición es lamentable. Lo único que nos gusta es el cielo de la ciudad. En Madrid nos gusta tanto el cielo porque no lo alcanzan los concejales de urbanismo. Y si se convierte en realidad esa penosa apuesta de Eurovegas, habrá razones de peso para largarse a otro sitio menos corrupto. Por ahora sigo amando el caos de Madrid, su improvisación, su noche y su gente abierta. Soy de barrio, me gusta el barrio y la Puerta del Sol nunca la he considerado mía. Pero como detalle sobre valores culturales y valores financieros, creo que es bueno recordar que la mayor riqueza de Madrid es albergar en su corazón el Museo del Prado y no su torres de financieros locos, todas degradadas más tarde o más temprano, tras pasar por ellas la rapiña del pelotazo.



jueves, 31 de octubre de 2013



RINGO: ¡El último que toque el suelo friega!
PAUL: Estamos todos tocando el suelo, Ringo.
RINGO: (se agacha) ¡Con las manos! Aaaah, me libro.
PAUL: Perdónale, es un poco infantil.
MICHAEL: Tranquilo, no me importa. (se agacha)  Aaaaah, ¡yo también! Te toca fregar Paul.
PAUL: Eeeeeeh, vale tíos. Muy maduro.
Paul va a al fregadero.

MICHAEL: Perdona, que yo también soy un poco infantil. Venga, te ayudo.
PAUL: ¿Por qué no tienes a nadie para fregar, Ringo?
RINGO: Este es mi pisito de soltero.
PAUL: ¿Y tu mansión frente a la playa?
RINGO: La mansión es solo para que viva el servicio. Yo solo paso algunos días allí. Me gusta más el pisito de soltero.
PAUL: ¿Friegas tú y yo lo voy secando?
MICHAEL: ¿Solo tienes la mansión para el servicio?
RINGO: Sí.
MICHAEL: ¿Y dices que aquí no tienes servicio?
RINGO: Eso es.
PAUL: Entonces, ¿para qué quieres la mansión, Ringo?
Ringo se va a meditar sobre la cuestión.

MICHAEL: Oye, yo no iba a fregar y me ha tocado lo peor.
PAUL: Lo peor son las cortinas de Ringo.
RINGO: ¡Lo he oído!
MICHAEL: ¿Quién es el que no se come el maíz?
PAUL: Ah, soy yo. Soy vegetariano.
MICHAEL: El maíz no es carne.
PAUL: Ya, pero tampoco me gusta.

Ringo vuelve.
RINGO: ¿Sólo lo has dicho para que sepa que eres vegetariano, no? Cómo le gusta hacerse el gran hombre.
PAUL: Ringo, ¿dónde has comprado estas cortinas?
RINGO: Tampoco contraté ningún decorador. Me estoy planteando muchas cosas esta noche. Por ejemplo, Michael.
MICHAEL: Dime colega.
RINGO: ¿A qué viene lo de Thriller?
MICHAEL: ¿A qué te refieres, Ringo?
RINGO: Pues que la canción en el disco es de una manera, ¿no? Y luego en el vídeo es de otra manera. Está desordenada.
MICHAEL: El video es más como un corto. Es algo experimental.
RINGO: ¿Cómo una peli?
MICHAEL: Algo así.
RINGO: ¿Una peli sobre una canción?
PAUL: Ringo, nosotros también hemos hecho pelis de canciones. Y más largas.
MICHAEL: Y también más raras.
RINGO: ¿Eso fue pre-ácido, ácido o post-ácido?
PAUL: Ácido.
RINGO: Algo era ello.
MICHAEL: ¿No os gustó el vídeo de Thriller?
RINGO: A mí me gusta más la canción.
PAUL: Sí, a mi también.
RINGO: Bueno, espera, ¿cuál es la canción, entonces? ¿La del vídeo o la del disco?
MICHAEL: No tiene nada que ver. No es un videoclip, ya te lo he dicho. Es un corto.
RINGO: A mí me gusta más la del disco.
PAUL: A mi también me gusta más.
MICHAEL: Bueno, que da igual. ¿El vídeo os gustó?
RINGO: A mi no mucho, la verdad. ¿Al final tú eras un hombre lobo, un zombie o el hombre gato que sale al final?
MICHAEL: ¿Hombre gato? ¿Dónde has visto eso? A ver, es cómo un homenaje al cine de terror. Nada de lo que ocurre en el vídeo tiene mucho sentido. No lo busques.
PAUL: A mí me gusta más que las cortinas de Ringo.
RINGO: Eso me recuerda una cosa.
Ringo se va hacia el teléfono.

PAUL: Vuelve a limpiar este vaso, que aún tiene mierdilla.
MICHAEL: ¿Por qué no lo limpias tú? Podríamos cambiar. Me voy a remangar, me estoy poniendo las mangas hechas un Cristo.
PAUL: Yo soy un invitado aquí, Michael.
MICHAEL: ¡Y yo también!
PAUL: Sí, pero a ti no te he invitado yo, así que no tengo por qué ser cortés.
Ringo vuelve.

RINGO: Bueno, he seguido vuestro consejo y…
PAUL: ¿Qué?
RINGO: ¡He vendido la mansión! El servicio está recogiendo las cosas y viene a instalarse aquí.
PAUL: ¿Cuántos son?
RINGO: Diecisiete.
MICHAEL: ¿Este piso no tiene ochenta metros cuadrados?
RINGO: Más bien setenta y algo.
MICHAEL: Esto va a ser divertido.
PAUL: ¡Ringo! ¡No has entendido nada! ¡Eres un idiota!
RINGO: Pero me habéis dicho que venda la casa.
MICHAEL: Yo creo que nadie ha dicho eso, Ringo.
RINGO: ¡Vaaaale! Ya entiendo lo que me queréis decir. Os lo agradezco mucho, chicos.
Ringo se va al teléfono y hace dos llamadas rápidas. Coge la cámara de fotos de su habitación y vuelve a la cocina.

RINGO: A ver, que esto hay que inmortalizarlo. ¡Michael! Lánzame tu mirada del final de Thriller. ¡Paul! Tú haz lo que puedas con la cara esa que tienes.
PAUL: ¿Seguro que quieres sacarla aquí? Se van a ver tus cortinas.
Ringo saca la foto. Con el flashazo se le cae a Paul el vaso que estaba secando.

PAUL: ¡Mierda!
MICHAEL: Alguien va a tener que barrer eso antes de que nos cortemos.
RINGO: Y ya sabéis quiéeeen…
PAUL: ¿Quién?
RINGO: ¡Vosotros! Si no he entendido mal, os habéis ofrecido para ser mis criados aquí.
PAUL: ¡Nadie ha dicho eso Ringo!
RINGO: ¿He vuelto a entender mal?
MICHAEL: Tranquilo, Ringo, no te culpamos. Todo el mundo comete errores.
RINGO: Entonces creo que tengo que hacer un par de llamadas.
PAUL: ¿Qué más has hecho, Ringo?
RINGO: Bueno, puede que haya llamado a alguien… a la policía quizás… para que detengan a una serie de personas… puede que haya hablado del ácido y de Georgre..  Tranquilos ahora lo soluciono todo. Pero antes tenemos que decidir quién…
PAUL: (a Michael) Una, dos y…
PAUL Y MICHAEL: (se agachan) ¡El último que toque el suelo con las manos barre!

Desaires metropolitanos

Si para ser poeta he de estremecerme
en la amargura y la melancolía
y completar cuadernos mugrientos que apestan a tinta podrida,
si he de beber hasta reventar las tripas
si he de servir mi corazón a un caníbal,
desmontarme como Barbie despeinada
y venderme en fascículos coleccionables...
Prefiero la felicidad idiota de los supermercados.


lunes, 28 de octubre de 2013

sábado, 26 de octubre de 2013

Periodismo es publicar todo aquello que no quieren que se cuente. 
Todo lo demás son relaciones públicas.

domingo, 20 de octubre de 2013

No hay droga más dura que la endorfina

viernes, 18 de octubre de 2013

Me gusta esta entrevista

WOMANWORD- ¿Cómo es ser Elvira Lindo?
Elvira Lindo- Pues depende. A mi sobrina, que no tiene nada que ver con la vida pública y se llama Elvira Lindo, le resulta facilísimo. Yo a veces me cambiaría de nombre porque no me gusta ser lo que esperan que sea.
WOMANWORD- ¿Qué consejo le daría a una joven escritora con una revista de cultura que saca sóla adelante y que a día de hoy, sobrevive en España?
Elvira Lindo- En estos días uno de los grandes valores es la resistencia. Resiste. Trabaja con amor propio.
WW- ¿Cómo conseguir convertir las letras en una profesión de la cuál vivir?
Elvira Lindo- Es difícil. Era menos difícil hace unos años, pero las crisis, la económica, la del papel, la del periodismo, han convertido la nuestra en una profesión de riesgo.
WW- ¿Es la emigración una solución para aquellos con razón propia y un proyecto entre sus manos?
Elvira Lindo- No, no todo el mundo puede emigrar, esa es una idea loca. Y no todos los oficios son exportables. Además, un país se construye con alguna gente que se va, pero fundamentalmente con toda la gente que se queda.
WW- ¿Se encuentra uno a sí mismo en el exilio?
Elvira Lindo- No he estado nunca exiliada. Vivo fuera parte del año voluntariamente. Aunque, que quede claro: trabajamos todo el año, aquí y allá.
WW- ¿Exilio y empatía?
Elvira Lindo- Emigración y empatía, diría yo. El exilio tiene otras connotaciones.
WW- ¿Se mira más, desde fuera, hacía las raíces?
Elvira Lindo- Se echa de menos a alguna gente y también una forma precisa e indescriptible de entenderte con los desconocidos.
WW- ¿Qué pensamientos cruzan su mente en los días grises? ¿y cuándo luce el sol?
Elvira Lindo- No me gusta compartir mis pensamientos sombríos, soy pudorosa. Sólo los comparto en la intimidad.Prefiero que la gente me vea alegre. Así me educaron y ya no puedo cambiarlo.
WW- Periodista y escritora, letras al fin y al cabo, ¿cómo darles forma hasta encontrar la propia voz?
Elvira Lindo- Escribiendo a diario y arriesgándose. No hay otra.
WW- ¿De dónde nacen los personajes?
Elvira Lindo- De la calle. Del recuerdo.
WW- ¿Cómo se escribe un libro?
Elvira Lindo- Con disciplina, con rutina, con paciencia.
WW- Manolito gafotas habla de todos nosotros, ¿cómo consiguió escribirlo con tanta inocencia y claridad?
Elvira Lindo- Porque soy inocente y clara.
WW- Descríbame cómo son las gafas con las que usted ve la vida…
Elvira Lindo- Unas para miopía y otras para cerca. Pero las suelo olvidar, así que siempre voy con los ojos un poco guiñados y separándome los menús de la vista.
WW- Sus artículos pasan entre la crítica, lo personal y la sagacidad, ¿cómo elige cada tema y su desarrollo?
Elvira Lindo- Basculan entre lo que me cabrea y lo que me hace gracia.
WW- ¿Alguna vez se ha avergonzado de firmar un artículo?
Elvira Lindo- Sí, porque he sido descarada, procaz, y me ha dado luego vergüenza ver publicado algo demasiado atrevido.
WW- ¿Qué le diría a todos esos jóvenes y no tan jóvenes periodistas que regalan su trabajo a grandes empresas? ¿y a esos empresarios que hacen creer que las letras se regalan?
Elvira Lindo- La responsabilidad está primero en los de arriba: tienen mucha cara. Abaratan el periodismo a costa de abaratar la mano de obra. El nivel del periodismo ha bajado, en general.
WW- ¿Cómo se ve España desde el otro lado del Atlántico?
Elvira Lindo- Nunca me desvinculo de mi país. Y menos ahora, con internet. En ocasiones España me quita el sueño, como a mucha gente.
WW- ¿Es difícil ser mujer en el Siglo XXI?
Elvira Lindo-Depende del lugar en el que vivas, de la clase social a la que pertenezcas, de la cultura que tengas. En mi caso, tengo suerte. Aunque hay mucho camino que recorrer para que las mujeres sean tratadas a un nivel de igualdad vivo en un lugar privilegiado.
WW- Las redes sociales: ¿trampa o herramienta?
Elvira Lindo- La dos cosas.
WW- Su Twitter llega a los casi 81.000 seguidores, ¿cómo les habla cada día desde su posición de poder, de imagen, de responsabilidad social y cultural para con ellos?
Elvira Lindo- Tengo un amigo experto que me lo maneja, como sabe que soy impulsiva no me deja opinar tontamente. Me obliga a ser responsable.
WW- ¿Es la crítica social un deber? ¿Existe algo de vanidad en pensar que tu opinión sobre lo inmediato es imprescindible?
Elvira Lindo- La crítica social no es un deber, la ejerces porque quieres. Yo no creo que mi voz sea imprescindible. Los que se creen imprescindibles son patéticos.
WW- Hablemos de derrotas…
Elvira Lindo- No practico deportes competitivos.
WW- El retroceso social, cultural, educativo, legal, sanitario y humano es el pan de cada día en nuestro país, ¿es posible cambiarlo, pararlo?
Elvira Lindo-  Hay que luchar por evitar el retroceso, desde luego.
WW- Usted afirma:  “En España siempre se vuelve a lo mismo: hay que demostrar que se es cristiano viejo”, Explíquese.
Elvira Lindo-  Es algo muy complejo para explicarlo en una sola frase. Pero resumiendo: si te dedicas a opinar públicamente cada cierto tiempo tienes que demostrar que no eres un traidor.
WW- ¿Puede ser la bondad insultante?
Elvira Lindo- La bondad verdadera jamás puede ser insultante. La bondad impositiva, sí, claro. Y la bondad que se exhibe es falsa.
WW- ¿Qué opina de que hoy en día un curriculum creado a 360º, sin límite, que abogue por la multiculturalidad, una mente abierta y un ser humano capaz, sea castigado e insultado bajo el apelativo de la sobrecualificación?  ¿Acaso el saber ha comenzado a ocupar lugar?
Elvira Lindo- Lo que ocurre es que no se crean puestos de trabajo, y como resultado de ese encogimiento del mercado laboral se dicen bobadas como esa de lasobrecualificación.
WW- ¿Qué es la moda para usted?
Elvira Lindo- El ser humano siempre desea cosas nuevas. La moda viene a responder a ese impulso de nuestra naturaleza. Sin deseo no hay moda. Aunque la lógica de la moda es provocar esos deseos a diario y a crear un mundo banal de seres insatisfechos.
WW- ¿Cómo ve Elvira Lindo el mundo?
Elvira Lindo- Con inquietud, pero creo que a preguntas tan generales sólo se puede responder con gilipolleces trascendentes… Y no es plan.
WW- Una cita
Elvira Lindo- ¿Una cita? ¿Literaria? ¿Con el médico?
WW- Un consejo
Elvira Lindo- No permitas que te falten el respeto.
WW- Un lugar
Elvira Lindo- El centro de Madrid.
WW- Una sensación
Elvira Lindo- Dar la mano a un ser querido.
WW- Un sabor
Elvira Lindo- La leche merengada en verano.
WW- Una palabra
Elvira Lindo- Una sola palabra no, porque de inmediato se vuelve cursi, se desvirtúa.
WW- Un libro
Elvira Lindo- Tristana
WW- Otro
Elvira Lindo- Luces de Bohemia