domingo, 13 de octubre de 2019

Diletante consciente



De mañana temprano mientras hago el café me pongo a buscar podcast sobre Alba Carballal, la autora del libro  que ando leyendo " Tres maneras de inducir al coma" . En una entrevista en Efecto Doppler hablar de su tendencia diletante, al igual que Sergio del Molino y  Dario Adanti. Y mira, me suena, me quiere sonar esa palabra "diletante", pero la verdad es que no tenía ni idea de su significado. 
La palabra diletante entró en castellano y en francés por el italiano dilettante, a mediados del XVIII, para designar al aficionado a la música. Dilettante es el participio presente de dilettare (deleitarse), basado en el latín delectare (encantar, agradar, regocijarse).
El caso  es que yo antes para describirme podría decir que soy inconstante, un poco tastaollet, picaflor de muchas cosas sin centrarme en ninguna. Bueno pues a partir de ahora me sumo al club de los diletantes, que suena mejor.

Pasó septiembre, y en ese mes disfruté de Calella guiri sola. Bueno yo y mis hongos del pie que con el tiempo nos hemos hecho íntimos. El roce hace el cariño. Me bañe en Roca Grossa, ese rincón que nada tiene que envidiar a la Costa Brava, y me bañé siendo muy consciente que hasta dentro de otro año no podría volver . Descubrí a Elisa Victoria con su libro "Vozdevieja" y me lo pasé pipa leyendo escenas tan escatológicas como profundas de una niña con la mente sucia y muy sagaz, más oscura que Manolito Gafotas pero en muchas cosas muy parecidos. También compré el libro, en un ataque de generosidad , para mandárselo a una amiga en Bilbao, y después de más de un mes todavía no ha llegado. A saber en qué manso habrá caído la historia de "Vozdevieja".

A la vuelta de Calella , Madrid no me parecía tan horrible, madrugar era fácil, incluso follar a las 6:30 de la mañana antes de trabajar ( algo raro en mi). La motivación quizás era que en unos días nos íbamos a Segovia, al Hay Festival. Una excusa como otra cualquiera para comer cochinillo y decir que vamos a escuchar filosofía de la cabeza de una princesa, Charlotte Casiragui después de ejercer mi tradicional militancia como fan incondicional de Elvira Lindo desde más de un lustro  y de Manuel Jabois como resumen del hombre sexy perfecto por dentro y fuera . Vino con nosotros mi cuñaaa, también filosofa ella. Las mata callando y hasta aquí puedo escribir.

Disfrutamos de los efectos alucinógenos de la comida ( yo con el postre y Paco con el cochinillo) como si de drogas duras tratasen. ( No es la primera que me pasa). Hicimos cola por el morbo de ver a la nieta de Grace Kelly,  esperando escuchar algo interesante en un escenario digno de una rock star. Pero nada, la charla de la mañana regaló muchas más perlas que la terriblemente bella pero repleta de lugares comunes en su discurso, Charlotte. Hablar de fcbk como paradigma del cambio en el sentido de la amistad no fue la mejor idea para fascinar a un publico cargado de expectativas. Eso sí, es guapa, muy guapa. En eso no defrauda.

A la vuelta de Madrid todo sigue igual, pero siempre hay algo distinto.

Mis padres cumplen 35 años juntos

Seguimos yendo al gimnasio para sorpresa de nuestros cuerpos más aficionados a comer que a ejercitarnos

Y a mi me gustaría poder llegar a la altura de mis expectativas a pesar de seguir siendo, como he siempre he sido, una diletante. esta vez, consciente.


Encantos de Calella guiri

El paraíso de Roca Grossa

Filósofa despertando 

Con nuestro amigo , Antonio Machado 

El Imperio contraataca

Cochinillo , otro paraíso al que visitar 

Efectos del cochinillo 

Efectos del postre , el famoso ponche segoviano

MA- RA - VI- LLA

Sobremesa

La cultura del ahorro. Nos llevamos las sobras para el tupper del lunes

¿Se puede ser princesa y filosofa?

La escalera delTractatus Logico_-Philosophicus 

El mandil viene de Calella guiri

Camino del cine , de mañaneo

35 años juntos, casi nada







That's Life