miércoles, 16 de noviembre de 2016

La rebelión de las masas desde su smartphone

Estoy escuchando el disco de "Mujer Divina" de Natalia Lafourcade a todo volumen.  ¡¡¡He tenido que esperar 3 semanas a que llegase desde Argentina!! Estoy colgada del arma de la nostalgia. Me gusta esto de tener que esperar a que llegue un cd tan ansiado. Esperar a que llegue, como quien espera a que se haga el café, olerlo, saborearlo y recrearse en ese regusto que deja.

El mundo se derrumba, dicen. Donald Trump gana las elecciones y ya todos empiezan a invocar el populismo como insulto y a buscar comparaciones cercanas para explicar algo inexplicable. Yo también lo he intentado. He leído "La rebelión de las masas" de Ortega Gasset y me ha enseñado a ver más cosas que "Estudios del malestar" que tanto prometía... Como siempre doy por hecho demasiadas cosas y las exijo como si ignorando todo su proceso viniesen a mi caídas del cielo. Hablo de un teléfono móvil, un portátil, el derecho al voto, la libertad de expresión, la sanidad pública, mi alfabetización, hasta el liquido de lentillas y el anillo que uso para no quedarme embarazada. Nos hemos convertido en niños mimados como hombres y mujeres masa. Pero es inevitable, la plena consciencia te paralizaría cualquier movimiento. Si interiorizas todo el proceso de explotación humana a causa del coltán, violación y deshonras de mujeres africanas por tener entre tus manos un smartphone... pues no lo tienes . O renuncias a él, pero por un día porque luego todo se te olvida. Tenemos memoria de muy corto plazo como Doris en el océano de internet . Poca memoria de nuestras vidas y nuestra historia con H de Humanidad porque total, lo tenemos todo en la nube. Vaya, que los smartphones son más smart que nosotros y la humanidad va camino de eso. Va camino de avanzar a pasos sublimes de la mano de una tecnología que la mayoría no entendemos. Volveremos a partir de cero. Volveremos a ser analfabetos y sólo las élites controlarán de veras todo ( ¿los geeks?). Y cuando digo todo...por supuesto incluyo la programación. Mis hijos supongo que aprenderán a programar como yo aprendí a multiplicar. ¿Y la siguiente generación? ¿Qué tendrá que aprender?

Se seguirá haciendo música, eso seguro. No hay nada parecido a lo que me transmite escuchar música. Me hace taaan feliz y me llena el depósito de gasolina. Gasolina gourmet. No vayamos a pensar ya en regeatton.

Voy a seguir escuchando el disco, creo que ya es al 4 vez, y ver fotos. (La nostalgia es un arma)

En la boda de Amaya.  (Otra cosa en la que recrearme como el café o el cd.)




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