martes, 10 de septiembre de 2024

Caminar bonito


Hoy fui después de año y medio a la oficina del trabajo y ha sido una alegría retornar a esas rutinas; lecturas en el metro, desayunos madrileños, y cotorras como compañeras sin alas verdes ni ruidos estridentes. Me gusta la compañia y me arrulla la conversación, desde la que va del tamaño de los colchones a cuenta de dormir con gatos o con bebes, hasta los descubrimientos más tontos como que la mitad de un pincho de tortilla se llama pulga. Luego vuelvo a casa y hago pie cuando veo a Lola y me la llevo al espejo y sonrie y le pido un beso y yo le disparo 400 y las dos vamos de blanco y tenemos el guapo subido, comemos cocido y me aislo en el estudio porque tengo una reunión, aquí ya no hago pie y me pierdo y desespero pero no importa porque todo pasa y no es tan importante. Esta tarde hemos comprado unos zapatos nuevos a Lola, talla 20, para que pueda jugar en el parque de tierra sin que le entre arenilla en los pies. Los hemos comprado en Chiva Chivita y ella ha salido con zapatos nuevos la mar de contenta dejando una estela de alegría y encanto a su paso que la gente que es testigo es dificil que no reaccionen y le saluden con la misma alegría . Yo estoy feliz porque tengo higos en mi nevera, y a Lola y Paco para caminar bonito




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