viernes, 6 de septiembre de 2024

La voz

Cada mañana amanece una nueva Lola.
Esta noche estaba entrenando su voz y ha gritado en sueños. No creo que sean pesadillas, solo esta siguiendo con sus pruebas vocales a ver si puede llegar a ser la Callas o Sabina.


Hemos vuelto al hospital después de dos meses sin pisarlo. Pero todo han sido buenas noticias. Lola despierta saturaba al 99% y no le han escuchado crepitantes ni sibilancias en sus pulmones aún a medio hacer. Nos habíamos mentalizado de contar con el oxígeno en casa 2-3 años y la neumóloga de hoy hablaba de quitarlo antes de los 2 años. También nos decía que eso de no ayudar a los niños con la manita a andar son modas, por no decir chorradas. Se llamaba Eva, y esta neumóloga fue la que en el hospital, cuando viviamos allí, subió un día de madrugada,y yo estaba dormida en el sofa. Bueno, en realidad me hacia la dormida porque ese dia fue demasiado duro. Días después esa misma neumologa, en el momento de hacerle el TAC a Lola me recordó que me pilló dormida cuando subió y que habló con mi marido ( qué mania con casarnos). Lo que quería contar en realidad es que en medio de la consulta con Eva ha entrado por sorpresa en una puerta lateral otra pediatra , nos había reconocido por mi voz (¡mi voz!) y quería ver que tal estábamos. Lola lloraba ,lloraba mucho, pero saturaba muy bien, la felicidad siempre es incompleta. Yo no me acordaba de la pediatra, pero ha sido encantadora, muy cariñosa nos decía que se alegraba de vernos con una sonrisa franca. El tiempo que vivimos en el hospital vimos a tantas pediatras ( y un pediatra)... no se si yo podria reconocerlas por la voz. Me ha parecido un halago y un hallazgo. Es verdad eso de que las voces de los seres queridos deberiamos grabarlas más a menudo. Y no, no me valen los audios de whatsapp. 



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