miércoles, 25 de julio de 2018

Crisis de imaginación





En estos días de jornada intensiva y trayectos de tren más largos de lo normal he estado leyendo a Naomi Klein. Todo un análisis largo y exhaustivo de cómo ha podido llegar Trump a la presidencia de EE.UU. En un principio como un shock inesperado y más tarde asumido como una consecuencia de nuestra falta de implicación, imaginación en nuevas propuestas y aceptación de este sistema neoliberal despiadado y cruel. Aquí van algunos fragmentos :

"Deberíamos recordar que Trump es la culminación lógica del sistema neoliberal actual, pero el sistema neoliberal actual no es la culminación lógica de la historia de la humanidad. Precisamente por eso, parte del trabajo que debemos hacer ahora es que no nos baste con resistir. Que no baste con decir no"

MATAR AL TRUMP QUE LLEVAMOS DENTRO


"... pequeño detalles de nuestras costumbres  que revelan ciertos tintes trumpistas . Quizá la parte de nosotros que se limita  a 140 caracteres y que tiende a confundir seguidores con amigos. Quizá sea la parte que ha aprendido a vernos como marcas en el mercado en lugar de como a personas en comunidades. O la parte que ve las personas que hacen un trabajo similar al nuestro como productos rivales que compiten por una cuota de mercado escasa, en lugar de como potenciales aliados en una lucha en la que necesitan los talentos de todos... O quizá sea la parte que no puede evitar unirse a la multitud para avergonzar y atacar a personas con las que no estamos de acuerdo"

"El hecho de que algunos de estos impulsos e historias estén muy arraigados en nuestro interior no nos convierte en malas personas. Se debe a que muchos de nosotros vivimos en sistemas que nos repiten una y otra vez que no hay suficientes recursos para todos, y que lo mejor será que nos abramos paso a codazos, cueste lo que cueste.  Consciente o inconscientemente, cualquiera que consuma o produzca contenidos estará nadando en las aguas culturales de la telerealidad y de la marca personal y de los mensajes que fragmentan nuestra atención: las mismas aguas que crearon a Donald Trump. (...) Ser consciente de ello nos ayudará a esclarecer nuestra misión: para tener la esperanza de cambiar el mundo, primero tenemos que tener la voluntad de cambiarnos a nosotros mismos"

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