jueves, 5 de marzo de 2015

Lola Caótica

Es jueves y tengo el día libre...
Después de despertarme una hora más tarde de lo normal, con luz de la lamparilla encendida, desayuno con calma y parsimonia. Pongo la lavadora,  abro la ventana y saco los agobios a la fresca. Suena Jorge Drexler, me ducho, me maquillo y bajo las escaleras.

Cuanta gente, y cuan diversa.
Me gusta coleccionar personajes, ficticios o reales. El vagabundo compositor y autodidacta que Antonio Muñoz Molina invitó a la opera, le contó su innovador sistema de composición, famosos compositores con los que se codeaba...para que en el minuto 3 de la función empezasen a sonar sus ronquidos. El famoso e incombustible Karolo del puerto viejo que conocí con la fanfarria en Algorta. Karolo había conocido a Dali, Picasso y rodado con Charlton Heston.

Hoy después de calentarme el alma bajo el sol y las aceras frescas de esta mañana, me he topado con el rincón de Lola Caótica. Y es que Lola, artista de la papada a los pies, se ha plantado un puesto en el mercado de Anton Martin. Hace de todo pero sobre todo el gamberro. Pone mucho amor en todo, sobre todo en la comida. No hay más que verla:








El amor por la comida en el arte . Un arte noble este, popular y sabroso. Como una canción de Kiko Veneno,  sin pretensiones, cotidiana y gamberra.

Hoy Madrid estaba precioso.