viernes, 27 de abril de 2012

No hay un lugar más encantador en la faz de la tierra, pero no vengáis, que lo estropeáis


...lo describió como "el país de Nunca Jamás. Estaban todos muy nerviosos por el calor y las enfermedades. Los escorpiones y las iguanas se metían en las camas... Nunca sabías si te iba a morder algo o te ibas a quedar tirado por culpa de una tormenta. Había muchas emociones en danza, y muchos egos... Al final resultaba hasta ridículo. Quien quería excitarse solo tenía que ir al Malecón y escuchar las olas. Aunque no quisieras, tu cuerpo lo sentía. Era un ambiente primitivo"

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