martes, 22 de julio de 2025

Los buscadores de loto

 “Tendida inerte bajo las grandes y cálidas olas de luz, me alegré de nuestra decisión de vivir bajo el sol. Vivir al sol es reparador. Todo está abierto, todo se revela. Aquí no hay engaño posible, sino la pura verdad de las cosas. Creo que ninguna belleza ha sido nunca tan auténtica para mí como esta belleza de rocas y mar y la de las montañas que emergen entre uno y otro azul, con la única presencia en sus faldas de las austeras terrazas blancas de unas casas simplificadas hasta la más pura geometría de planos y ángulos. Me da la impresión de que también nosotros nos hemos simplificado, viviendo aquí, como si el sol hubiera abrasado la lanosa pelusilla de nuestras confusiones individuales: los deseos a medias perseguidos con vacilación, los miedos a medias que nunca se vencen del todo, los logros parciales que medio rechazamos desde un perplejo descontento. Al despojarnos de tanto, nos vemos reducidos a nuestros seres más elementales, más ligeros y más libres, pero no más empobrecidos, puesto que solo nos hemos despojado de unas cuantas ridículas y pequeñas vanidades”.

Los buscadores de loto.Charmian Clift

 

Cancionera, no dejes de sorprenderme

El domingo tenía un concierto . Compré las entradas sin pensar cómo podríamos ir a Barcelona, quizás para entonces no estaría la madre de Paco o su hermana para cuidar de Lola, daba igual, ya buscaría alguna solución. El concierto era en el Liceu y actuaba Natalia Lafourcade. Ha sacado nuevo disco “Cancionera”, está embarazada y es a quien más escucho con diferencia estos años. Cuando Lola nació recuerdo que la primera vez que sentí que me miraba atenta era cantándole “Pajarito Colibrí”, ¿cómo no iba a verla en concierto? Los días pasaban y seguía sin saber con quién iría, o si al final iría sola. El azar o el destino quiso que al final fuese acompañada de mi jefa a quien también le fascina Lafourcade. Es curioso, no llevo ni un año trabajando con ella y de repente me veo compartiendo una parcela  tan tan íntima de mi vida, tan especial para mi…

Cuando cogí el tren desde Calella, subiendo toda la costa del Maresme y veía todas esas sombrillas de colores en las playas de un domingo radiante de sol y alegría lloraba un poco de felicidad. En poco tiempo hemos cambiado radicalmente de vida, vivimos junto al mar, estamos borrachos de sol, de felicidad, de calidad de vida, yo en el trabajo estoy a gusto, estimulada y un poco fascinada de todos los nuevos frentes que se plantean. Recordaba esos meses ingresados en el hospital, cuando cada mañan me ponía esa canción de Serrat tan llena de esperanza y vitalidad para que me contagiase esa energía “Canción infantil para despertar a una paloma morena de tres primaveras”, recordaba el mes de abril tan dificil , tan triste, tan duro...

Este concierto era muy importante para mi. Tanto que no saqué el móvil ni una sola vez. Cuando Natalia salió al escenario con una silla, una flor, su vestido enorme y su bebe en su barriga el tiempo se detuvo y el hechizo hizo efecto. Recuerdo al final, mientras cantaba “Hasta la raíz” fijarme en el humo que se movía sin cesar encima de su cabeza buscando formas que me den una señal, como cuando buscamos imágenes en las nubes, le veía capaz de poder mandarme un mensaje en clave porque parecía una chamana, lo es. Cantó también “Soledad y el mar” y aquello parecía un guiño y una invitación a quedarme definitivamente a vivir junto al mar , en Calella, a apostar por esta vida que no sé hasta qué punto es real, un deseo o una confabulación de alguien que nos quiere aqui.

Cuando Maria me dejó en Calella me fui a la playa, necesitaba ver el mar de noche y hacer un pacto secreto. Al dia siguiente me encontré estas fotos donde se nos ve bien pequeñitas, de negro, en primera fila, yo sonrio, recuerdo hacerlo casi todo el tiempo y tener las mejillas un poco molestas por ello. Fue un concierto que recordaré siempre.