jueves, 27 de febrero de 2020
Perra vieja
Ya . Por fin. Me quedo tranquila. Me voy de viaje sin incertidumbre, o al menos sin LA INCERTIDUMBRE. Porque certezas pocas. ¿Podremos llegar a México con el coronavirus? ¿Y regresar a España? ¿Cicatrizará bien mi muela bajo el sol de las playas de Cancún?¿Cicatrizaré yo alguna vez de estas pequeñas heridas invisibles ?¿Me pondré demasiado de mal humor? El caso es que a mi plin, lo importante ya está cerrado, el resto sólo queda disfrutar. ¡¡¡Disfrutarrrrrr!!!
Esta foto se llama "perra vieja". Perra vieja de apariencia, porque por dentro sigo igual de inocente. No sé a quien quiero engañar . Y eso que tengo 31 añazos
jueves, 6 de febrero de 2020
No sabes muy bien cómo hacerte querer
Jueves de mi primera semana ociosa. ¿Despedida por destacar? Venga ya. Nadie se lo va a creer."Todo el mundo habla mal de tieso habla muy bien de tiHachas, antorchas, cuchillos , cafésno sabes muy bien cómo hacerte quererNo sabes quien eresno sabes qué quieres"
Y a ver cómo lo cuento este fin de semana a mi otra familia...
La telenovela tan intensa que he pasado desde noviembre hasta enero día a día, ahora puede resumirse en 2 minutos. Todo con tal de no aburrir al personal. El otro día recibía mensajes de whatsapp preguntado que tal estaba y me acordé de esa canción de Quique González "Trabajan en escenas de acción" , me retrata muy bien cuando dice eso de "sólo llamas para saber cómo estoy y tal vez estaría mejor si no lo preguntarás tantas veces". Supongo que llevo fatal eso de dar pena. No lo soporto, ni dármelo a mi misma. Por eso me invento nuevas rutinas para estar en marcha. Me sigo levantando temprano, tan temprano que hasta mi abogado me dice al recibir mi correo a las 6:30 de la mañana que si que madrugo. En fin. Sí, madrugo porque me he acostumbrado y me gusta eso de "estrenar día" en compañía por muy cursi que pueda sonar. Voy al gimnasio, desayuno otra vez, escucho la radio y depende el interés que despierte el podcast escuchado en la elíptica del gimnasio me obsesiono con algo o alguien. Hoy le ha tocado a Toqueville y he buceado en el mar abisal de internet entre charlas, artículos y conferencias mientras me hacía la comida. No sé cómo podía estar tan empanada en la universidad para haber dejado pasar a este personaje. Aplicando todo esto a la vida práctica, después de varias epifanías ,pobre de mi ,pretendía animar al sindicato del pasado curro a movilizar a los despedidos ( somos varios) y asociarnos para tomar medidas colectivas. Porque a fin de cuentas, la política no inspira confianza, los políticos menos, pero a nivel local, en el barrio, en el sindicato, ahí es donde podemos cambiar cosas. Yo sigo siendo así de idealista. Seguiré dándome ostias, sin duda. Pero mira, no me importa. Para bien y para mal, me lo paso genial.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)