miércoles, 30 de noviembre de 2011
En la mesa con modernos 2.0
En los pueblos del salvaje oeste, los Sheriffs intentaban obligar a los vaqueros a dejar sus armas de fuego en la puerta del salón para evitar tiroteos. Para salvar vidas, concretamente la vida social tal y como la conocemos en este país, debemos hacer lo mismo con la nueva tecnología. Sí, somos de carne y hueso, pero nuestra adicción a la tecnología nos ha convertido en una mutación donde sus productos y “aplicaciones” han creado un nuevo ser humano 2.0, con partes de robot.Como decía Évola, hay que cabalgar al tigre para no acabar siendo su víctima. Montado encima del monstro, no al revés, como un mono en nuestras espaldas. De momento, vamos perdiendo.
Comer juntos es algo más que alimentarse en lo nutritivo, es compartir un acto, romper el pan juntos y vivir la intimidad humana que eso produce. Empezó en los Estados Unidos, lo de comer y cenar ante la tele. Ahora, el teléfono móvil es el “otro invitado” que con su presencia y actividad se impone sobre la mesa compartida.
En el futuro voy a pensar y elegir bien con quién como, por no tener que tragar el universo-móvil de otros. No me resulta muy digestivo el plato
lunes, 28 de noviembre de 2011
El perfil del aire
Qué importante es el olor, y qué olvidado. Toda la memoria de una vida la guarda el olor. La esencia de uno esta en el olor. Oliendo fuerte, fuerte fuerte una prenda, una camiseta, papeles… se intenta recuperar como por ritual, o magia, la presencia del ausente. Te huelo y parece que estes aqui. Casi, pero no.
Mmmm… es como comer a pedacitos tu alma. Inspiro y me inflo de ti. Y vuelo.... y vuelo... hasta...
sábado, 26 de noviembre de 2011
jueves, 17 de noviembre de 2011
miércoles, 16 de noviembre de 2011
La zona VIP del paraíso
Si hubiera nacido en Roma hace más de 2000 años,
Viviríamos en un Imperio, tendríamos un esclavo
Y ánforas en el patio llenas de aceite y vino
Y una estatua de mármol dedicada a mí
Si hubiera nacido en Roma hace más de 2000 años,
No olería a champú tu cabello dorado
Y ofreceríamos toros a los dioses, brindaríamos con soldados
Y nos despertaría un carro, subiendo por el empedrado
Y los turistas se hacen fotos, donde tú y yo desayunamos
Son las cosas buenas de pasar a la eternidad
Y una guía les enseña el mosaico del comedor
Se retratan y pasean por nuestra habitación
Y ahora un niño dibuja a lápiz en la sala del museo,
El brazalete de esmeraldas que te envuelve el velo
Y un submarinista encuentra nuestros vasos y nuestros platos
Son las cosas buenas de pasar a la eternidad